Historia de los cenotes en la Península de Yucatán

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Hace 65 millones de años un meteorito de 10 km de diámetro cayó en el norte de la península del Yucatán, era casi tan grande como el monte Everest, provocando la extinción de los dinosaurios y el final de la era del Cretácico.

La primera referencia que hubo de este acontecimiento catastrófico se descubrió a mediados del siglo pasado, dentro de trabajos exploratorios de Petróleos Mexicanos. Se detectó que bajo del mar había una anomalía geofísica: una estructura semicircular de unos 200 kilómetros de diámetro.

La energía atesorada por la velocidad extrema con que aterrizó el asteroide, a 20 kilómetros por segundo, 20 veces más rápido que una bala, se liberó en forma de 100 teratones de TNT, mil millones de veces más que las bombas de Hiroshima y Nagasaki.

Aquel impacto acabó con la era de los dinosaurios y con la mayoría de los seres vivos del planeta. Su caída provoco olas de 150 metros de altura que arrasaron todas las costas. Pocos días después de su impacto un diluvio de lluvias ácidas convirtió la superficie de los océanos en lugares inhóspitos para muchos organismos provocando su extinción.

Pero los efectos no quedaron ahí, lo peor estaba por llegar. El impacto levantó tanto polvo que durante meses la tierra se mantuvo en oscuridad. Al tapar los rayos del sol, bajó la temperatura y obstruyó el proceso de fotosíntesis marchitando las plantas, provocando también que los animales murieran de hambre.

Ese “invierno nuclear” no debió durar mucho, si lo hubiera hecho, todos los seres vivos habrían desaparecido. Sin embargo, cuando bajó el polvo, comenzó un efecto invernadero subiendo dramáticamente que como bien sabemos de nuevo en el siglo XXI, no es un fenómeno que cause efectos especialmente beneficiosos sobre el planeta Tierra.

El cráter que se formó con el impacto es llamado Chicxulub, como la población yucateca donde está enclavado  –del maya «Chac-xulub-chen», algo así como «el pozo del diablo».

Como resultado del impacto se formaron una red de sumideros llamados cenotes. Los cenotes son formaciones geológicas derivadas de la caída del meteorito, están casi en la superficie de la corteza terrestre y son estructuras más jóvenes que el cráter.

El suelo de la península del Yucatán son calizas. Cuando las cuevas que se formaron con el impacto quedaron secas en la última era de hielo, la lluvia se filtró y arrastró minerales, formando estalactitas, estalagmitas y columnas. El crecimiento de estas formaciones se detiene cuando la cueva se inunda por un incremento en el nivel del mar en un periodo interglaciar.

La palabra cenotes viene del maya dzonot que quiere decir caverna de agua o abismo. Para los mayas estos lugares eran sagrados ya que eran sus únicas fuentes de agua dulce en medio de la selva. En la península de Yucatán se presume que hay más de 15,000 cenotes abiertos y cerrados. Es uno de los atractivos ecoturísticos más importantes de México.