¿A qué edad debería dejar de bucear? ¿Llegará el momento en que tenga que reducir mis inmersiones porque me haga mayor? ¿Cuándo debería parar de hacer submarinismo? Si por la mayoría de nosotros fuera, la respuesta a estas cuestiones sería “nunca”.
No obstante, y aunque la realidad de este maravilloso deporte es que lo que cuenta es la edad ‘biológica’ y no la real, tenemos que hacer una serie de consideraciones a este respecto.
En realidad, el poder sumergirse bajo el mar depende más del estado físico personal que de los años que marque el DNI. El propio Jacques Cousteau estuvo buceando hasta poco antes de morir, a los 87 años… De hecho, es habitual compartir inmersiones con buceadores ‘seniors’ y cada vez hay más divers de mayor edad. Submarinistas de todos los niveles. Desde los que han descubierto este mundo una vez jubilados hasta aquellos que llevan media vida nadando en las profundidades y atesoran una experiencia inigualable.
No hay una norma que marque que a partir de “X años” no se pueda practicar buceo. La edad no es un problema. El único límite es la salud y la forma física. El buceo es un deporte que requiere una cierta aptitud física y todo submarinista debe pasar exámenes médicos cada cierto tiempo, ya no por edad, sino para asegurarse de estar sano física y psíquicamente. A partir de los 40 años, esas pruebas deben ser más profundas y, después de los 55, se han de centrar en “el buceador mayor”.
Al examinar las aptitudes para bucear, se deben considerar las limitaciones típicas relacionadas con la edad: envejecimiento, enfermedades crónicas, medicación…
Además, hay que ser conscientes de que en la gente de mayor edad la deshidratación puede causar serios accidentes de buceo. También las enfermedades del corazón pueden conducir a situaciones graves de riesgo para la salud durante una inmersión y aumenta el riesgo por ahogamiento, así como de muerte súbita. También hay riesgos para los pulmones y para la respiración.
¿Cuándo debo parar?
Nuestro cuerpo nos lo dirá. La naturaleza es sabia y llegará un momento en que nos daremos cuenta de que el buceo no nos sienta tan bien o de que permanecer tanto tiempo bajo el agua se vuelve más incómodo o desagradable. Entonces puede ser el momento de considerarlo.
Si tu cuerpo ya te ha enviado este tipo de señales, es altamente recomendable bucear de un modo más conservador. Debemos ser conscientes de que si nuestra salud empeora los riesgos crecen exponencialmente.
A continuación les ofrecemos una serie de recomendaciones para bucear a una edad avanzada facilitadas por Dan Europe dentro de su campaña “El envejecimiento de los buceadores”.
Expande tu margen de seguridad.
- Elige inmersiones más cortas y menos profundas.
- Respeta las paradas de seguridad y emplea velocidades de ascenso lentas.
- Reduce las inmersiones sucesivas.
- Utiliza Nitrox en vez de aire como mezcla respirable
Mantén una tolerancia al esfuerzo.
- Haz actividades deportivas adaptadas y adecuadas a tu edad, centradas en la resistencia y la potencia muscular.
Evita la deshidratación.
- Hidrátate suficientemente antes de bucear.
- Una buena salivación es un signo de buen equilibrio de fluidos.
Reduce la carga de esfuerzo
- No desafíes intencionadamente tus límites de rendimiento físico.
- Evita el estrés mediante la práctica de un buceo relajado.
Evita saltar al agua.
- Deslízate en el agua para minimizar los efectos agudos de la inmersión.
Optimiza tu protección frente al frío.
- La protección individual contra el frío debe diseñarse de forma que se evite incluso un ligero escalofrío.
